viernes, 2 de febrero de 2007

· Pancracio: Mezcla de pugilato y lucha, el pancracio era la prueba atlética más brutal, en la que cualquier arte era válida para derrotar al adversario: llaves, patadas, puñetazos, torsión de miembros, estrangulamiento, etc., todo era permitido con este fin, de manera que tan sólo en algunos juegos se prohibía morder y hundir los dedos en los orificios nasales y en los ojos.

Esta brutal lucha, cuya invención atribuían los griegos a Teseo con motivo de su pugna con el Minotauro, o a Heracles con ocasión de su combate con el león de Nemea, sólo distinguía a los hombres más rudos e incultos de Grecia. De hecho, los más afamados pancraciastas solían proceder de regiones muy atrasadas como Arcadia o Tesalia, en las que el duro régimen de vida les había impedido el normal desarrollo cultural. Por su parte, los espartanos no practicaban el pancracio por expresa prohibición de las leyes promulgadas por Licurgo.

Se decía que “los más aptos para el pancracio son aquellos atletas que muestran más disposición para la lucha que los pugilistas y más disposición para el pugilato que los luchadores” pero, a pesar de que gozaba de una gran popularidad, el pancracio nunca llegó a tener el arraigo y la tradición del pugilato y de la lucha, sino que su auge discurre paralelo a la decadencia del olimpismo.

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