domingo, 4 de febrero de 2007

ORIGEN DEL SANTUARIO DE APOLO EN DELFOS

La ciudad de Delfos, perteneciente a la antigua región de la Fócide, se encuentra encaramada en la ladera del Monte Parnaso, en donde los griegos situaban una de las moradas de las Musas, diosas menores inspiradoras de las artes. A las faldas del Parnaso, a unos 700 metros por debajo de Delfos, se extiende una gran llanura por donde discurren los ríos Cefiso y Plisto, los cuales van a desembocar en el golfo de Itea, en donde si situaba el puerto de Delfos, Crisa.

El origen del santuario de Apolo es enteramente mitológico. En el principio de los tiempos, Zeus, dios supremo del panteón griego, queriendo encontrar el centro de la Tierra, ordenó a dos águilas que, partiendo a la vez de los extremos del mundo [1], volaran a su encuentro, de tal manera que, así, en el lugar en el que se produjera este, estaría situado el centro de la Tierra buscado. El encuentro de las águilas tuvo lugar en Delfos, sobre una piedra a la que los griegos denominaron Omphalos (“Ombligo”)[2] y que la mitología hacía coincidir con la piedra que envuelta en pañales diera Rea a su esposo Cronos a fin de que éste la devorara creyendo que era Zeus ( 4 ).

[1] Los antiguos griegos creían que la tierra era como un disco.
[2] La denominación “omphalos” (ombligo) obedece a que la citada piedra señalaba el centro de la Tierra del mismo modo a como el ombligo señala el centro de nuestro cuerpo. Los médicos actuales utilizan la raíz “onfa” para referirse a las distintas patologías que afectan al ombligo (onfalitis, onfalocele, etc.).

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